Escudríñame,
oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis inquietudes. Salmos 139:23
El deseo
ferviente de que nada entorpeciera su relación con Dios, aún ni lo que estaba
oculto y desconocido por el mismo. Así me presento al Señor para que su Poder
me perfeccione para el Día de Jesucristo ¿Y tú?.