jueves, 9 de agosto de 2012

Devocional

Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí."
Juan 14:6

En este verso bíblico encontramos al propio Jesús hablando de cómo lograr una relación con el Padre. En otros tópicos conocemos que el Padre mismo le envió delegando en él el plan redentor, con toda potestad y autoridad para ello. El camino nos permite llegar a un lugar, un destino. La verdad saca toda falsedad, mentira o indicio de ella. La vida que tomamos por garantía día a día tiene su término que desconocemos. Así que en este verso notamos que Jesús se presenta como el camino que nos lleva a el lugar y destino junto a Dios Padre. La verdad hasta entonces experimentada por el ser humano estaba salpicada de egoísmos, apariencias, intereses personales así que delante de Dios es falsa, mentirosa o con indicio de ello lo que algunos llaman medias verdades para justificarse ante los hombres. Así que Jesús es la verdad absoluta de Dios para los hombres. Finalizando la expresión que es la vida, es decir Jesús tiene la potestad y autoridad sobre la misma muerte, más allá de los días físicos como mortales el alma no es retenida por la tumba es inmortal. Jesús ofrece vida abundante apuntando y señalando hacia la eternidad. La Biblia se refiere a la muerte eterna del que no se arrepiente de sus pecados en Jesús, quedando destituído de la Gloria de Dios para siempre, es decir de llegar a Dios Padre y permanecer en comunión para siempre con Él.