Dame, hijo mío, tu corazón, Y
que tus ojos se deleiten en mis caminos. Proverbios
23:2 Es importante ya que en el corazón está entronada nuestra Voluntad y ahora
como Hijos tenemos que hacer Su Voluntad. Nuestro corazón es el asiento de
nuestros sentimientos y emociones en la mayoría de las veces, por no decir
siempre, necesita ser tocado por la virtud sanadora del Señor y que ahora no
deben dominarnos sino que hay que someterlos al poder, guianza y obediencia del
Espíritu de Dios.