viernes, 17 de agosto de 2012

Dame tu...


Dame, hijo mío, tu corazón, Y que tus ojos se deleiten en mis caminos. Proverbios 23:2 Es importante ya que en el corazón está entronada nuestra Voluntad y ahora como Hijos tenemos que hacer Su Voluntad. Nuestro corazón es el asiento de nuestros sentimientos y emociones en la mayoría de las veces, por no decir siempre, necesita ser tocado por la virtud sanadora del Señor y que ahora no deben dominarnos sino que hay que someterlos al poder, guianza y obediencia del Espíritu de Dios.