Sirviendo a Dios y al prójimo con un espíritu humilde
...Para servir a Dios hay que primero haber recibido por fe la salvación en su Hijo Jesucristo, por quien somos perdonados y reconciliados para comunión con Él. Para llegar a servir a Dios es imperativo desarrollar una relación personal, una cercanía en un devocional diario que nos lleva a íntimidar con Él. Conocer Su Voluntad mediante la lectura de la Palabra y escudriñarla en estudio para obedecerla y ponerla en práctica.
...Al obedecer a Dios somos más sensibles a la guianza de su Espíritu Santo, ello nos moverá a compartir Su amor y desarrollar un espíritu de humildad para servir al prójimo con ese mismo amor. De esta manera Él es Glorificado. Según leemos sobre Jesús, nuestro modelo revestido de humildad en Filipenses 2.7 "sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres."