miércoles, 16 de marzo de 2011

Salmos 16

Salmos 16 (RV60) -Una herencia escogida
 Mictam de David
1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
2 Oh alma mía, dijiste a Jehová:
 Tú eres mi Señor;
 No hay para mí bien fuera de ti.
3 Para los santos que están en la tierra,
 Y para los íntegros, es toda mi complacencia.
4 Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios.
 No ofreceré yo sus libaciones de sangre,
 Ni en mis labios tomaré sus nombres.
5 Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa;
 Tú sustentas mi suerte.
6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
 Y es hermosa la heredad que me ha tocado.
7 Bendeciré a Jehová que me aconseja;
 Aun en las noches me enseña mi conciencia.
8 A Jehová he puesto siempre delante de mí;
 Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
 Mi carne también reposará confiadamente;
10 Porque no dejarás mi alma en el Seol,
 Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
11 Me mostrarás la senda de la vida;
 En tu presencia hay plenitud de gozo;
 Delicias a tu diestra para siempre.