martes, 2 de diciembre de 2014

Los momentos que nos sustentan

Los momentos que nos sustentan

Leer | Josué 1.8


La meditación es parte vital de nuestra relación con Dios. Sin embargo, es dejada de lado por muchos creyentes. Por tanto, comencemos por lo fundamental y hagámonos la importante pregunta: ¿Cómo se puede meditar?
Primero, debemos dedicarnos a leer la Palabra de Dios. Si queremos escuchar el mensaje del Señor, debemos profundizar en las Escrituras. Este no es un simple libro; es el mismísimo mensaje de Dios a su pueblo. Tenemos las Escrituras para conocer más al Señor. Como mayordomos fieles de este regalo maravilloso, debemos hacerlo parte integral de nuestras vidas.
Segundo, debemos aprender a responder piadosamente a Dios al leer su Palabra. Cuando leamos un pasaje de la Biblia, debemos elevar esa Palabra al cielo como una oración. Confirmamos el mensaje de la Biblia mostrando a nuestro Padre celestial que estamos de acuerdo con lo que Él ha dicho.
Tercero, debemos aplicar la Palabra. La Biblia no está aquí simplemente para darnos información; fue dada para que la obedezcamos.
Cuarto, debemos someternos a la voluntad de Dios. Si dedicamos tiempo para escuchar seriamente al Señor, Él nos revelará sus planes para nuestra vida. Si aplicamos lo que hemos escuchado, la meditación se volverá cada vez más instintiva para nosotros y escucharemos la voz del Señor con regularidad.
Dios tiene un mensaje particular para usted, así que es imperativo que se tome el tiempo para escuchar lo que le está diciendo. Si lo hace, disfrutará de la riqueza de su relación con Él.



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