viernes, 5 de diciembre de 2014

El bus ateo

El bus ateo




El bus ateo
No, no es que los autobuses se estén haciendo ateos. El asunto tiene que ver con una campaña de la Asociación Humanista Británica que comenzó a finales del año pasado en Londres y a la que ahora se suma la plataforma de ateos de Barcelona con la finalidad de insertar mensajes ateos en los autobuses de la ciudad. Su consigna es la siguiente: “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”.
Esta novedosa iniciativa, que está siendo financiada por donaciones voluntarias, vio superadas ampliamente sus expectativas iniciales en su puesta en marcha en el Reino Unido. Ya veremos si ocurre lo mismo en Cataluña, ya que de ello depende su continuidad y extensión a otras ciudades.
En cuanto a sus objetivos, los organizadores dicen que pretenden animar a los ciudadanos ateos a “hacerse visibles” y también promover el debate social sobre cuestiones vitales para el ser humano. Desde otros sectores, sin embargo, se interpreta como una campaña movida por el odio a la religión.
Quizá una de las cosas que nos sorprende de la iniciativa es que hasta ahora hemos estado acostumbrados a ver sólo los mensajes publicitarios de la omnipresente iglesia católica y con grandes dificultades, los de algunas confesiones minoritarias.
En cualquier caso, como cristiano evangélico, la campaña no me resulta indiferente y me hago algunas reflexiones…
Hasta ahora, los ateos, que siempre habían criticado a las religiones por su tendencia a hacer proselitismo, curiosamente son ahora los que lo practican… incluso piden dinero…
Pero, ¿por qué tanto interés en que la gente no crea en Dios…?
Bueno, ya conocemos nuestro propio corazón y sabemos por experiencia que no nos gusta que haya nadie por encima de nosotros que nos gobierne… ni siquiera Dios mismo.
Y por otro lado, ¿a quién pondremos en el lugar de Dios una vez que lo hayamos quitado de nuestras vidas? Pues es evidente que a nosotros mismos. Sólo tenemos que fijarnos en los promotores del anuncio para ver cómo se presentan como nuestros “salvadores”. Ellos serán los que nos libren de la preocupación y el sufrimiento… ellos nos harán disfrutar de la vida en plenitud.
Pero, ¿realmente podrán traer a esta pobre humanidad la paz y la alegría que prometen…?
Mucho me temo que no. Para empezar, mientras la gente se muere de hambre o se mata en guerras interminables, ellos gastan su dinero en animar a la gente para que viva despreocupadamente: “deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Nunca había escuchado un mensaje tan frívolo, insolidario, egoísta e inmoral.
¿Qué esperanza puede dar un mensaje así a quien se está muriendo en la cama de un hospital, o a la mujer que su marido maltrata, o al niño que se muere de hambre en África, o al que es torturado en China, o al pobre abuelo que vive sólo, o al padre de familia que está en el paro y tiene que alimentar a sus hijos? ¡Qué barbaridad! ¿Cómo les vamos a decir, “deja de preocuparte y disfruta de la vida? ¿Qué esperan que les digan? “¡Ah, gracias, ahora sí que voy a ser feliz!”. ¡Esto es absurdo!
Un anuncio así, parece una invitación a perder la sensibilidad en cuanto a los demás, a olvidarse de los buenos valores que nos hacen solidarios con nuestro prójimo débil. Me recuerda el dicho aquel: “habiendo cenado yo, ha cenado todo España”.
Además, se deduce de esto que el ateísmo es para gente rica, joven, con buena salud… los eslabones fuertes de la cadena de la evolución. Los demás, los débiles, ya saben, a sacrificarse para que la raza siga evolucionando… Aunque me pregunto, ¿puede una teoría tan cruel, que fomenta el clasismo, hacer que esta sociedad sea mejor?
Estoy volviendo a leer su mensaje, y me parece que no están muy seguros de lo que anuncian. Es inquietante el “probablemente Dios no existe”. ¿Con qué probabilidad están seguros de lo que dicen? Y si no están seguros… mejor que no den consejos a nadie.
Imagínese que ve un anuncio que dice: “probablemente éste sea un buen coche”. ¿Lo compraría? Si el propio vendedor no está seguro…
Es significativa la diferencia con las palabras con las que comienza la Biblia: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Aquí no hay inseguridad de ningún tipo. Puede que el hombre no lo crea, pero Dios está seguro de lo que dice.
Por otro lado, creo que de acuerdo con el fin que persiguen, esta campaña sería más conveniente en lugares como Irán, Arabia Saudita, Pakistán, Afganistán… ¿por qué no van allí a hacerla? Y si tan seguros están, que sean ellos mismos quienes conduzcan los autobuses. En realidad, esto no es mucho pedir. Por ejemplo, los apóstoles que habían visto al Señor Jesucristo resucitado, no tuvieron ningún tipo de duda en ir a anunciarlo a personas que eran hostiles y violentas. De hecho, la mayoría de ellos, sino todos, murieron de forma violenta predicando la resurrección de Jesucristo porque estaban plenamente seguros.
Tampoco nos explican las razones por las que tienen algún tipo de seguridad sobre la no-existencia de Dios.
Su argumento es muy superficial. Es del tipo de “usted probablemente no tenga cáncer, así que no se haga ningún análisis y viva feliz”. Cuando estamos hablando de cosas tan importantes, sí que hay que preocuparse.
No entiendo que digan que el objetivo de su campaña es invitar a la reflexión, cuando en realidad lo que hacen es todo lo contrario: no te preocupes, no pienses, ni te lo plantees…
En realidad, detrás de su mensaje lo que hay es una invitación a apagar la mente y dejarse llevar por aquellas pasiones que produzcan alguna sensación placentera.
Pero, llegando al meollo de su mensaje, tenemos que preguntarnos: ¿es incompatible vivir la vida y ser feliz con creer en Dios? Ellos dan por sentado que sí. El caso es que yo creo en Dios y soy infinitamente más feliz que antes cuando no era creyente. Esto, siguiendo el hilo de su argumentación, demuestra que están equivocados. Se puede ser feliz creyendo en Dios… por lo tanto, Dios sí que existe.
Me parece que ellos tienen la idea, que yo mismo tuve mientras fui católico, que se sufre en este mundo para poder disfrutar en el venidero. Pero la realidad es que creer en Dios y vivir conforme a sus principios es bueno para esta vida presente y para la eternidad.
Los cristianos no somos un pueblo atemorizado por el castigo divino, todo lo contrario, estamos seguros de nuestra salvación porque Jesucristo pagó por ella en la Cruz y ahora intentamos servir a Dios por amor y agradecimiento, no por temor.
Aprendamos de nuestra historia. Cuando en los países comunistas se hicieron campañas a favor del ateísmo, la gente no fue más feliz, sino que miles incontables murieron. Cuando Hittler siguió los postulados de Nitzche que creía que Dios había muerto y que había que dar lugar al super-hombre, ya sabemos todo el sufrimiento que trajo a esta humanidad.
¡Cuidado con la publicidad engañosa!




Por Siguiendo al Maestro